RENACIMIENTO Y HUMANISMO
EL PROBLEMA
HISTORIOGRAFICO
A partir de
la segunda mitad del siglo XIV, literatos, historiadores, moralistas y
políticos insisten unánimemente, en Italia, sobre el cambio radical que parecía
haber tenido lugar en la actitud de los hombres frente al mundo y a la vida.
Están convencidos de que ha comenzado una nueva época que constituye una
ruptura radical con el mundo medieval, y tratan de explicarse a sí mismos el
significado del cambio. Este significado lo interpretan ellos como el
“renacimiento” de un espíritu que fue propio del hombre en la edad clásica y
que se perdió durante la Edad Media: un espíritu de libertad, por el cual
reivindica el hombre su autonomía de ser racional y se reconoce profundamente
inserto en la naturaleza y en la historia y decidido a hacer de ellas su reino.
Desde el punto de vista de estos escritores, el renacimiento es un regreso a lo
antiguo, un reapropiarse del poder y de la capacidad que los antiguos (o sea,
los griegos y los latinos) habían poseído y ejercitado: pero un retorno que
consiste no en la mera repetición de lo antiguo, sino en la reanudación y
prosecución de lo realizado por el mundo antiguo. Son muchísimas las figuras
del Renacimiento italiano que expresan estas convicciones de una u otra manera,
pero puede decirse que cada nuevo descubrimiento de material documental permite
darse mejor cuenta de la extensión en que participaron de ellas los escritores
y personajes de la época. Estos testimonios se han visto apoyados por
imponentes fenómenos culturales: el nacimiento de un arte nuevo, esplendido en
la variedad y en el valor de sus manifestaciones; una nueva concepción del
mundo; una ciencia que, desde entonces hasta ahora tenía que dar frutos
estupendos; un nuevo modo de entender la historia, la política y, en general,
las relaciones entre los hombres. Todos estos testimonios fueron admitidos
durante largo tiempo al pie de la letra y han servido de fundamento para la
periodización histórica de la civilización occidental. Sin embargo, la
historiografía filosófica no se limitó, ni podía hacerlo, a tomar nota de la
contraposición que los propios humanistas trataron de establecer entre su época
y la Edad Media. Si una parte de esta historiografía ha aceptado esta
contraposición como hilo conductor para la interpretación de las doctrinas y de
las figuras que dominan la escena del siglo XV, la otra en cambio ha puesto de
relieve la continuidad que existe entre este siglo y los anteriores. Sin
embargo, es muy cierto que, desde el punto de vista de la exactitud histórica,
no se puede establecer la interpretación del humanismo y del Renacimiento sobre
la base de una antí tesis entre el “hombre medieval” y el “hombre del
Renacimiento”. No es posible considerar el Renacimiento como afirmación de la
inmanencia frente a la trascendencia medieval, de la irreligiosidad y del
paganismo, del individualismo, del sensualismo, del escepticismo, frente a la
religiosidad, al universalismo, al espiritualismo y al dogmatismo de la Edad
Media. En el Renacimiento no faltan, más bien abundan, motivos netamente
religiosos, afirmaciones enérgicas de la trascendencia, aceptación de elementos
cristianos y dogmáticos; y muchas veces estos elementos y estos motivos están
enlazados con elementos y motivos opuestos, en formas complejas, de las que
resulta difícil determinar el centro de gravedad y el significado total.
También es fácil entender el significado de las polémicas que agitan la vida
cultural del Renacimiento: la que entablan los humanistas en nombre de la
elocuencia y de la antigua sabiduría clásica contra la ciencia, y la opuesta,
emprendida por los sostenedores de la ciencia contra la elocuencia; la
suscitada entre platónicos y aristotélicos y la que se desarrolla en el mismo
seno de los aristotélicos, entre alejandrinistas y averroístas. Es evidente que
ninguna de esas posiciones polémicas tomada por sí sola representa el
Renacimiento, y, por lo tanto, no es posible ver en esto tan sólo la reacción
de la sabiduría y de la elocuencia, ni la de la ciencia contra la elocuencia;
ni la reivíndicación del platonismo contra el aristotelismo medieval, ni el
resurgir del aristotelismo científico contra la trascendencia platonizante.
Lo que debe intentarse primeramente es
comprender el Renacimiento en su totalidad, y, por tanto, determinar el terreno
común del que nacen y en el que radican las opuestas tesis polémicas.
EL
HUMANISMO
El humanismo es un
movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo
estrechamente ligado al Renacimiento cuyo
origen se sitúa en el siglo
XIV en la península Itálica (especialmente
en Florencia,Roma y Venecia) en personalidades como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio.
Busca la Antigüedad Clásica y retoma el antiguo humanismo griego del siglo de
oro y mantiene su hegemonía en buena parte de Europa hasta fines del siglo
XVI, cuando se fue transformando y diversificando
a merced de los cambios espirituales provocados por la evolución social e
ideológica de Europa, fundamentalmente al
coludir con los principios propugnados por las reformas (luterana,
calvinista, anglicana.), la Contrarreforma católica,
la Ilustración y la Revolución francesa del siglo
XVIII. El movimiento, fundamentalmente
ideológico, tuvo así mismo una estética impresa paralela, plasmada, por
ejemplo, en nuevas formas de letra, como la redonda conocida como Letra humanística, evolución de las letras Fraktur tardogóticas
desarrollada en el entorno de los humanistas florentinos como Poggio Bracciolini y de
la cancillería papal en Roma, que vino a sustituir mediante la imprenta a la letra
gótica medieval.
El Humanismo
sería la fuerza que combate y retrasa el advenimiento del verdadero espíritu
renacentista, que, como reivindicación de la libertad de investigación, sería
la continuación del aristotelismo y del averroísmo medievales. Humanismo y
Renacimiento, aun en su antítesis, serían así reducidos a actitudes propias del
espíritu medieval.
Sin la
investigación filológica no hay, propiamente hablando, humanismo, porque no hay
sino una actitud genérica de defensa de la cultura clásica que puede
encontrarse en todas las épocas, pero que no caracteriza a ninguna.
EL
RENACIMIENTO
Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento
cultural que se
produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus
principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se
produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. Italia fue el lugar de nacimiento y desarrollo de
este movimiento.
El
Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que
determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El nombre
«renacimiento» se utilizó porque este movimiento retomaba ciertos elementos de
la cultura
clásica. El término se aplicó originariamente como una vuelta a
los valores de la cultura grecolatina y a la contemplación libre de la
naturaleza tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad más rígida y dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva
etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, con nuevos
enfoques en los campos de las artes, la política y las ciencias, sustituyendo
el teocentrismo medieval por cierto antropocentrismo.
Los recientes
estudios filológicos (Hildebrand, Walser, Burdach) han confirmado sin ninguna
duda el origen religioso de la palabra y del concepto del Renacimiento.
Renacimiento es el segundo nacimiento, el nacimiento del hombre nuevo o
espiritual del que hablan el Evangelio de San Juan y las Epístolas de San
Pablo. El concepto y la palabra se conservan durante toda la Edad Media para
indicar la vuelta del hombre a Dios, su regreso a la vida que ha perdido con la
caída de Adán. El Renacimiento es el resurgir del hombre precisamente en este sentido,
o sea, como renovación espiritual; pero la renovación espiritual no es ya el
trashumanarse, el vivir solamente en la pura relacion con Dios, sino el
renovars,e del hombre en sus poderes humanos, en relación con los otros
hombres, con el mundo y con Dios.
FILOSOFÍA DE
LA NATURALEZA Y LA CIENCIA.
NICOLÁS DE
CUSA
(1401 - 1464)
Nicolaus von Kues o Nicolás de Cusa (Cusa, Tréveris, 1401 - †Todi, Umbría, 11 de agosto de1464). Su nombre primitivo
era Nicolaus Krebs o Chrypffs, pero fue conocido por
Nicolás de Cusa por la ciudad en que nació, Kues. Hijo del naviero Johan Cryfts y de Catherina Roemer. Teólogo y
filósofo, es considerado el padre de la filosofía alemana y, como personaje
clave en la transición del pensamiento medieval al del Renacimiento, uno de los primeros filósofos de la modernidad.
Pensamiento Filosófico
Todo
conocimiento va desde lo conocido a lo desconocido mediante el establecimiento
de proporcionalidades.
- No existe proporción perfecta entre la cosa conocida y nuestro
conocimiento de ella ni, en general, entre lo medido y la medida. La ciencia
humana es, por ello, conjetural.
- Dios es ratio essendi y ratio cognoscendi de
toda la realidad; de modo que en cualquier investigación filosófica tiene por
horizonte a Dios. No hay pregunta ni ente que no suponga necesariamente a Dios
como su principio.
Nicolás de Cusa parte de una idea por la que entiende que todo lo
creado, incluido el hombre, es imagen de Dios. Todo es manifestación de un
único modelo, pero no es una copia, sino un signo de ese Ser Supremo.
A través de las cosas materiales nos podemos acercar al Ser Supremo,
pero el Ser Supremo es inalcanzable, porque como la imagen no es perfecta el
Ser Supremo es inalcanzable. “La verdad de la imagen no puede ser vista tal
como es en sí a través de la imagen porque la imagen nunca llega a ser el
modelo” toda perfección viene del ejemplar que es razón de las cosas. Este es
el modo como Dios reluce en las cosas. Como consecuencia el Absoluto es
incomprensible, puesto que lo invisible no puede reducirse a lo visible, lo
infinito no se encuentra en lo finito. Como dirá: “Porque en Dios se produce
una contradicción” es debido a que Dios en lo Absoluto y a la vez es lo uno y
múltiple.
Nosotros conocemos por comparación, por diferenciación, al separar una
cosa de otra se sabe que es cada cosa. Así por comparación se adquiere el
conocimiento.
Hay que acercarse a lo absoluto desde lo concreto que es visible, de
este modo lo invisible se hace visible, por lo menos a través de sus señales.
Dios es la síntesis de contrarios, de la unidad y de la multiplicidad a la vez.
Por eso Dios no es captado en ningún objeto porque ningún objeto se limita, por
eso Dios es lo no otro, lo cual expresa un doble significado:
1. Que Dios no se ha separado del mundo, sino que es aquello que
constituye su propio ser.
2. Al anunciar el no otro, está anunciando: Que la unidad no se
encuentra determinada en nada concreto.
“Dios es todo en el todo y no es sin embargo nada en el todo”
LA DOCTA IGNORANTIA
La ignorancia de una mente infinita frente a una finitud no es la
indiferencia. El reconocimiento de la ignorancia es una ignorancia instruida,
docta. Sin embargo la naturaleza intelectiva se siente atraída por conocer lo
incomprensible. Es el retorno, nos atrae una natural pregustación que nos
impulsa a seguir buscando. Tiene una aspiración hacia la sabiduría, hacia Dios,
aun reconociendo que el sabio es ahora quien se percata de que no puede
alcanzar a Dios, la plenitud del conocer. Dios es inaprensible, inalcanzable.
La docta ignorancia no es transcendente, la sabiduría no viene de fuera
infundida, sino que está dentro de uno mismo. Esto crea un choque con la
modernidad. El conocimiento surge de uno mismo. La mente se adecua y crece, aun
sabiendo que nunca alcanzará lo Absoluto, pero va avanzando.
La docta ignorancia tiene la relación que si la razón va avanzando y
acercándose al conocimiento. El conocimiento se fundamenta en lo sensible, la
experiencia, en la asimilación, pero eso no es el verdadero conocimiento. El
verdadero conocimiento es el que se desprende de la experiencia.
La razón es la que se debe determinar las cosas, el distinguir no es el
Absoluto, pues hay cosas no distinguibles o que son confundibles.
Para poder encontrar el verdadero conocimiento hay que separarse de las
características de las cosas y encontrar la esencia de las cosas. Y hay que
buscar lo que hace que la cosa es lo que es, desprendiéndose de todo lo que no
lo hace único, para encontrar la cualidad o categoría esencial. Lo que permite
encontrar la cualidad en el límite pequeño.
Por ejemplo: en lo más pequeño del hombre encontramos la Humanidad.
Hay que prescindir de la extensión de la experiencia para hallar el
mundo, para captar el concepto puro, aunque no se capta de modo completo.
El intelecto capta la cualidad, mientras que la experiencia capta la
extensión, por asimilación se captan los objetos y por comparación con nuestros
modelos conocemos. Cuando reconocemos algo que nuestro propio intelecto (imagen
de lo Absoluto que está en nosotros) tiene como modelo por medio de la
experiencia sensible.
“Entonces mediante los actos de su vida intelectiva, encuentra en sí
mismo descrito lo que busca. Tienes que entender esta descripción como un
resplandor del ejemplar de todas las cosas, a la manera como la verdad
resplandece en su imagen”.
“Y la mente no se sacia todavía, porque no intuye la verdad precisa de
todo, sino que intuye la verdad en una cierta necesidad determinada que posee
cada cosa en cuanto que una es de un modo y otra de otro, y cada una está
compuesta de sus partes. Y la mente ve que este modo de ver no es la verdad
misma, sino una participación de la verdad de modo que una cosa es verdadera de
un modo y otra de otro, alteridad que no puede nunca convenir a la verdad
misma, considerada en su precisión absoluta e infinita. Por ello la mente,
mirando su propia simplicidad, es decir, no sólo abstraída de la materia sino
también incomunicable con la materia, o sea, en el modo de una forma no unible
se sirve de esta simplicidad como instrumento para asimilarse a todas las
cosas” Diálogos del Idiota VII, pág. 78. La mente es imagen de Dios y en la
mente se halla todo el conocimiento. La mente no se conforma con la
asimilación.
Se encuentra la plenitud del ser en cada una de sus formas y no se sacia
con esto y busca la esencia de todo ello. Busca la simplificación absoluta, la
unificación, el Ser en sí, lo Absoluto, inaprensible, el principio de lo
Absoluto de las esencia. Es la tendencia a lo Absoluto inevitable para la razón
humana, para ir más allá de la alteridad, y que nunca llega a alcanzarse, es
inaprensible.
Cosmología de Nicolás de Cusa
Se plantea una imagen del mundo que es imagen de Dios. Si Dios es lo
unitario y lo infinito a la vez, el mundo también es infinito. Este es el paso
radical a la física moderna: si el Universo es infinito, no tiene fin, se
extrae pues que no existe centro del Universo, por lo que la Tierra no es el
centro del Universo, por lo que tampoco existe un punto de referencia, todo es
relativo y no hay un lugar de privilegio en el Universo. Tampoco hay quietud,
sino que todo está en movimiento, incluido el Sol. Que no nos percatemos del
movimiento no significa que no exista.
Nicolás de Cusa también especuló sobre la existencia de otros mundos y
esta idea fue retomada más de cien años después por Giordano Bruno quien había
leído su obra.
En resumen:
-
Afirmaba que el cosmos es infinito y la
tierra no es su centro.
-
Subraya que el proceso de conocer significa
un perfeccionamiento infinito del saber. Los modos del conocer son: los
sentidos, el entendimiento y la razón. El entendimiento - dice de Cusa - es
incapaz de conocer a Dios. Por tanto la única actitud sensata es reconocer la
propia ignorancia: docta ignorancia.
-
En su doctrina de la coincidentia oppositorum
expresa que el infinito (Dios) trasciende toda oposición. En El están
comprendidas todas las cosas en unidad absoluta.
- Sus
principales obras son: De concordantia catholica, De docta ignorantia.
GIORDANO
BRUNO (1548 - 1600)
Registrado al nacer como Filippo Bruno (Nola, Nápoles, 1548 - Roma, 17 de febrero de1600), fue un astrónomo, filósofo y poeta italiano. Sus
teorías cosmológicas superaron
el modelo copernicano, pues propuso que el Sol era simplemente una estrella; que el universo
había de contener un infinito número de mundos habitados por seres
inteligentes, y propuso, en el campo teológico una forma
particular de panteísmo, lo cual difería
considerablemente de la visión cosmológica sostenida por la Iglesia católica.
Pero no fueron estos razonamientos la causa de su condena sino sus afirmaciones
teológicas, que lo llevaron a ser condenado por las autoridades civiles de Roma
después de que la Inquisición romana lo
encontró culpable de herejía, fue quemado en
la hoguera. Tras su muerte, su nombre ganó fama considerable, particularmente
en el siglo XIX y principios del XX.
Según la Enciclopedia de
filosofía de la Universidad de Stanford, «en 1600 no había una postura oficial de la Iglesia Católica sobre el
sistema copernicano, y ciertamente no era una herejía. Cuando Giordano Bruno
fue quemado en la hoguera como hereje, no tuvo nada que ver con sus escritos en
apoyo de la cosmología copernicana.» Entre sus afirmaciones teológicas que se consideraron heréticas
estaban las siguientes: que Cristo no era Dios, sino meramente un mago excepcionalmente hábil, que el diablo se salvará y
otras.
Según Isaac Asimov, su muerte tuvo
un efecto disuasorio en el avance científico de la civilización,
particularmente en las naciones católicas pero, a
pesar de esto, sus observaciones científicas continuaron influyendo en otros
pensadores, y se le considera uno de los precursores de la revolución científica.
Fundamento Procesal
Luigi Firpo lista estos cargos que fueron puestos contra Bruno por la
Inquisición:
- Tener opiniones en contra de la fe católica y hablar en
contra de ella y sus ministros.
- Tener opiniones contrarias a la fe católica sobre la Trinidad, la
divinidad de Cristo y la encarnación.
- Tener opiniones contrarias a la fe católica en relación a Jesús como Cristo.
- Tener opiniones contrarias a la fe católica en relación a la virginidad
de María, la madre de Jesús.
- Tener opiniones contrarias a la fe católica en relación a la
transubstanciación y la misa.
- Decir que existen múltiples mundos.
- Tener opiniones favorables de la transmigración del espíritu en otros
seres humanos después de la muerte.
- Brujerías.
En resumen:
-
Es el filósofo italiano más importante del
renacimiento que combatió la filosofía escolástica.
-
Afirmó con más decisión - que de Cusa - que
el Universo es infinito y en él se encuentran infinitos mundos, también
habitados como el nuestro.
-
Contra el dualismo escolástico, sostuvo la
homogeneidad física de los mundos. Todos ellos y todos los cuerpos del Universo
se componen de agua, aire, tierra, fuego y éter (medio concatenedor).
-
-
Para Bruno, Dios y el mundo - dos infinitos -
son uno solo, un único ser, el Uno: de él las cosas no son sino “modos de ser”.
El Uno está en todas las cosas y viceversa (panteísmo y monismo).
Admite
que el movimiento del mundo se debe a un principio espiritual: el Alma del
mundo, que todo lo anima y mueve (hilozoísmo). De ello, infiere, que la materia
es activa, con movimiento propio.
-
En su doctrina dialéctica de la coincidencia
de los opuestos, de carácter naturalista expresa: “El que quiera conocer los
máximos secretos de la naturaleza que contemple y considere en torno los
mínimos y máximos de las contradicciones y los opuestos”.
-
Admitiendo los modos de conocer de Nicolás de
Cusa, plantea que la razón es fuente segura de conocimiento.
- Sus obras fundamentales
son: La cena de las cenizas, De la causa principio y Uno, Del infinito
universo y los mundos.
FRANCIS BACON
(1561 - 1626)
Se propuso ante
todo reorganizar el método de estudio científico. Percibió que el razonamiento deductivo destacaba entonces a expensas
del razonamiento inductivo y creyó que, eliminando toda noción preconcebida del mundo, se
podía y debía estudiar al hombre y su entorno mediante observaciones detalladas
y controladas, realizando generalizaciones cautelosas. Para ello, el estudio
que el hombre de ciencia hace de los
particulares debe realizarse mediante observaciones que deben validarse.
Los científicos deben ser
ante todo escépticos y no aceptar explicaciones que no se puedan probar por la
observación y la experiencia sensible (empirismo).
Los escritos de Bacon se engloban en tres categorías: filosófica,
literaria y política. Sus mejores obras filosóficas son El avance del
saber (1605), y Novum Organum o
Indicaciones relativas a la interpretación de la naturaleza (1620).
La filosofía de Bacon influyó en la creencia de que la gente es a la vez
sierva e intérprete de la naturaleza, de que la verdad no se deriva de la
autoridad y que el conocimiento es fruto ante todo de la experiencia. Se le
reconoce haber aportado a la Lógica el método
experimental inductivo, ya que anteriormente se practicaba la inducción
mediante la simple enumeración, es decir, extrayendo conclusiones generales de
datos particulares. El método de Bacon consistió en inferir a partir del uso de
la analogía, desde las
características o propiedades del mayor grupo al que pertenece el dato en
concreto, dejando para una posterior experiencia la corrección de los errores
evidentes. Este método representó un avance fundamental en el método científico al ser muy significativo en la mejora de las hipótesis
científicas.
Su Novum Organum influyó mucho en la aceptación en la
ciencia de una observación y experimentación precisas. En esta obra mantenía
que había que abandonar todos los prejuicios y actitudes preconcebidas, que
llamó en griego eidola o ídolos, ya fueran la propiedad común
de la especie debido a modos comunes de pensamiento ("Idola tribus") o propios del individuo ("Idola especus"); ya se
debieran a una dependencia excesiva del lenguaje ("Idola fori") o de la tradición ("Idola teatri"). Los principios que se plantean en Novum Organum tuvieron
gran importancia en el subsiguiente desarrollo del empirismo.
En resumen:
-
Nació en Londres. Su proyecto fue establecer
y extender el dominio de la raza humana sobre el Universo basado en las
ciencias.
-
Presenta una lógica inductiva opuesta a la
aristotélica - deductiva y silogística - a la que acusa de servir únicamente
para exponer las verdades conocidas, pero no, para descubrir nuevas verdades y
ampliar el conocimiento
- Distinguió
cuatro tipos de extravíos o falsos supuestos que obstruyen el camino del saber,
cuatro tipos de ídolos: de la tribu (tienen su fundamento en la
naturaleza humana, en la tribu o en la estirpe misma de los hombres); de la caverna
(son los del hombre individual, pues cada uno posee, además de los extravíos de
la naturaleza humana en general, una caverna o gruta particular, que quiebra y
desbarata la luz natural); del mercado (ídolos engendrados por el
contacto recíproco y la comunidad del género humano, llamados del mercado a
causa del comercio y la asociación entre los hombres) y del teatro
(ídolos que se han apoderado del alma de los hombres por obra de la diversidad
de dogmas filosóficos y de las reglas erróneas de la demostración)
-
Para Bacon, la tarea fundamental de la
verdadera inducción es la investigación de las formas de la materia inherente a
ella. Si lo descubrimos, podemos modificar cualidades en un cuerpo, transformar
unos cuerpos en otros.
-
Clasifica las ciencias a partir de las
diferencias entre las facultades del conocimiento: En la memoria se basa la
historia natural y civil; en la imaginación la poesía y en el entendimiento, la
filosofía, las matemáticas y las ciencias naturales.
-
Expone la idea de transformación de toda base
productiva de la sociedad por medio de la ciencia y la técnica.
- Sus obras
principales son: De dignitate et augmentis scientiarum, Novum Organum, New
Atlant
LA REFORMA
PROTESTANTE
Se conoce como Reforma protestante, o simplemente la Reforma, al movimiento religioso cristiano, iniciado en Alemania en el siglo XVI, que llevó a
un cisma de la Iglesia
católica para dar
origen a varias iglesias y organizaciones agrupadas bajo la denominación de protestantismo.
La Reforma tuvo su
origen en las críticas y propuestas con las que diversos religiosos, pensadores
y políticos europeos buscaron provocar un cambio profundo y
generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia
católica, especialmente con respecto a las pretensiones papales de dominio sobre toda la cristiandad. El movimiento recibirá posteriormente el nombre de Reforma Protestante, por su intención
inicial de reformar el catolicismo con el fin de
revitalizar el cristianismo primitivo, y la
importancia que tuvo la Protesta de Espira, presentada
por los príncipes cristianos alemanes en 1529 contra un edicto del Emperador Carlos V tendiente a anular la tolerancia religiosa
que había sido legalmente concedida los principados alemanes.
Este movimiento
hundía sus raíces en elementos de la tradición católica medieval, como el
movimiento de la Devoción
moderna en Alemania y los Países Bajos, que era una
piedad laica antieclesiástica y centrada en Cristo. Además, la
segunda generación del humanismo la siguió en gran medida. Comenzó con la
predicación del sacerdote católico agustino Martín Lutero, que revisó
las doctrinas medievales según el criterio de su conformidad a las Sagradas Escrituras. En
particular, rechazó el complejo sistema sacramental de la Iglesia católica
medieval, que permitía y justificaba prácticas como la "venta de indulgencias", según
Lutero, un verdadero secuestro del Evangelio, el cual
debía ser predicado libremente, y no vendido.
Los grandes exponentes
de la Reforma Protestante fueron Martín
Lutero y Juan Calvino.
INICIOS DE LA REFORMA PROTESTANTE
En el siglo XV se
produjo una gran crisis en la Iglesia
Católica en Europa
Occidental debido a los numerosos problemas de corrupción eclesiástica y falta
de piedad religiosa. La gota que colmó el vaso fue la venta de indulgencias
para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma.
La Reforma Protestante se inició en Alemania y se explica en gran parte por las
condiciones económicas y sociales que tenía el Sacro Imperio Romano Germánico. Numerosas
ciudades eran muy ricas gracias al comercio, además los burgueses eran partidarios del humanismo y de reformar la corrupción de la Iglesia
Católica.
Para Lutero, la venta
de indulgencias era una estafa y un engaño a los creyentes con respecto a la
salvación de sus almas. En 1517, Lutero clavó en la puerta de la iglesia de
Wittenberg sus 95 tesis, en las que atacaba la venta de indulgencias y esbozaba
lo que sería su doctrina sobre la salvación solo por la fe. Este
documento es conocido como Las 95 tesis de Wittenberg y se consideró el comienzo de
la Reforma Protestante.
Aunque muchos creían
que era necesario reformarse, no sabían el modo de hacerlo. Pronto, se llegó a
la idea de que la mejor solución era convocar a un Concilio donde se pudiesen discutir las posibles
reformas.
Las sesiones del
Concilio de Trento duraron casi 17 años, ya que fueron interrumpidas muchas
veces. Varios Papas se sucedieron en Roma en ese lapso y cuando dicho concilio
finalizó, en 1562, ya había
muerto Carlos V.
El Concilio de Trento
se desarrolló sin la participación de los católicos adherentes al emergente
protestantismo.
En resumen:
|
La
Reforma tiene como máximos representantes a Martín Lutero y Juan Calvino. El
primero sostenía que la razón humana es una “ramera”, y el libre albedrío es
una invención del diablo. El segundo, sostuvo que desde toda la eternidad, una
parte de los hombres está predestinada para el cielo, sin mirar sus obras y
otra para el infierno. Los puntos significativos de la reforma protestante son;
Su apasionada tendencia hacia lo primitivo y auténtico; la protesta contra la
autoridad papal y la santa inquisición; el uso de la lengua nacional en la
Biblia, culto y cánticos de la iglesia; y su adhesión al nominalismo de Ockam y
repudio del realismo de la Edad Media.
NUEVA TEORÍA
DEL ESTADO.
NICOLÁS
MAQUIAVELO (1469 - 1527)
Nació en el pequeño pueblo de San Casciano in Val di Pesa, a unos
quince kilómetros de Florencia, el 3 de mayo de 1469, hijo de
Bernardo Machiavelli.
Murió en
Florencia en 1527 y fue sepultado en la Santa Cruz.
Aunque
Maquiavelo nunca lo dijo, se le atribuye la frase «el fin justifica los
medios», ya que resume muchas de sus ideas.
Se considera
a Maquiavelo como uno de los teóricos
políticos más notables
del Renacimiento, pues con su
aporte se abre camino a la modernidad en su concepción política y a la reestructuración social.
Tradicionalmente,
se ha encontrado una aporía en el pensamiento maquiaveliano como
consecuencia de la difícil conciliación de sus dos obras principales, los Discursos sobre la
primera década de Tito Livio y El
Príncipe.
En los Discursos, Maquiavelo se
declara partidario de la república. Para
Maquiavelo el mejor régimen es una República bien organizada (toma como ejemplo
la República
Romana), aquella que logre dar participación a los dos partidos
de la comunidad para de esta manera contener el conflicto político dentro de la
esfera pública.
En el
Príncipe presenta analogías con la figura romana y republicana del dictador,
investido de poderes absolutos durante un breve período y teniendo que rendir
cuentas posteriormente ante la república. En este sentido, la contradicción
entre los dos textos principales de Maquiavelo no es tal. Si es así, entonces
el principado y la república deberían ser entendidos como formas de gobierno
subordinadas a la auténtica preocupación política de Maquiavelo: la formación
de un Estado moderno en la Italia de su tiempo.
En resumen:
-
Pensador italiano, ideólogo de la burguesía
naciente.
-
Opinaba que sólo la fuerza o violencia puede
doblegar a los hombres a una convivencia ordenada en el Estado.
-
Afirmaba que los móviles de la gente son el
egoísmo y el interés material.
-
Expuso la teoría de un Estado que no se
subordina a ninguna instancia superior, ni religión, ni moral. Y, cualquier
medio para lograr el poder del Estado es bueno, incluso los más amorales, como
la corrupción, asesinato, traición. Además señaló que el gobernante que
emprenda la formación de un fuerte Estado centralizado debe conjugar cualidades
de león y de zorro.
Sus obras
son:
-
Discurso sobre la corte de Pisa, 1499
-
Del modo di trattare i popoli della
Valdichiana ribellati, 1502
-
Del modo tenuto dal duca Valentino nell'
ammazzare Vitellozzo Vitelli, Oliverotto da Fermo, etc., 1502
-
Discorso sopra la provisione del danaro, 1502
-
Decennale primo (poema), 1506
-
Retrato de la corte de Alemania, 1508-1512
-
Decennale secondo, 1509
-
Retrato de la corte de Francia, 1510
-
Discursos sobre la
primera década de Tito Livio, 3 volúmenes,
1512-1517
-
El Príncipe, 1513
-
Andria, comedia, 1517
-
La mandrágora, comedia en
prosa de cinco actos, con prólogo en verso, 1518
-
Della lingua (diálogo), 1514
-
Clizia, comedia en prosa,
1525
-
Belfagor arcidiavolo (novela), 1515
-
Asino d'oro (poema), 1517
-
Del arte de la guerra, 1519-1520
-
Discorso sopra il riformare lo stato di
Firenze,
1520
-
Sumario de la corte de la ciudad de Lucca, 1520
-
La Vida de Castruccio Castracani, 1520
-
Historia de Florencia, 8 libros,
1520-1525
TOMÁS MORO (1478 - 1535)
Nació en Londres, 7 de febrero de 1478 y murió el 6 de julio de 1535, fue un
pensador, teólogo, político, humanista y escritor inglés, que fue
además poeta, traductor, Lord Canciller de Enrique VIII, profesor de leyes, juez de
negocios civiles y abogado. Su obra más
famosa es Utopía donde busca relatar la organización de una
sociedad ideal, asentada en una nación en forma de isla del mismo nombre.
Además, Moro fue un importante detractor de la Reforma
Protestante y, en
especial, de Martín
Lutero y de William Tyndale.
En 1535 fue enjuiciado por orden del rey Enrique VIII, acusado de alta traición por no prestar el juramento
antipapista frente al surgimiento de la Iglesia
Anglicana, oponerse al divorcio con la reina Catalina
de Aragón y no aceptar
el Acta
de Supremacía, que declaraba al rey como cabeza de esta
nueva iglesia. Fue declarado culpable y recibió condena de muerte. Permaneció
en prisión en la Torre
de Londres hasta ser decapitado
el 6 de julio de ese mismo año. Moro fue beatificado en 1886 y canonizado en 1935, junto con John Fisher, por la Iglesia
Católica, quien lo considera un santo y mártir. Por su parte, la Iglesia Anglicana lo considera un mártir de la Reforma
Protestante, incluyéndolo, en 1980, en su lista de
santos y héroes cristianos.
En resumen:
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Humanista y estadista inglés. Es el primer
representante del socialismo utópico.
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Expone la idea de la producción en
colectividad, de acuerdo con la idea de organización comunista del trabajo y
distribución de productos.
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Con visión perspicaz, señaló a la propiedad
privada como causa fundamental de los males sociales.
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Soñó que el paso al nuevo régimen
(socialista) se efectuará por la vía pacífica.
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Obra: “Utopía”.
TOMÁS
CAMPANELLA (1568 - 1639)
Nació en Stilo, Calabria, 5 de septiembre 1568 y falleció en París, 21 de mayo de 1639, fue un filósofo y poeta italiano. Es también
citado por su nombre castellanizado, Tomás Campanella. Su nombre antes de
entrar en la Orden
Dominica fue Giovanni Domenico Campanella.
Escribió, entre otras muchas obras, una defensa de Galileo y el tratado utópico La ciudad del sol(compuesto durante su larga estancia en la cárcel por una conjura antiespañola, la misma causa que el economista Antonio Serra), donde describe un Estado teocrático universal basado en principios comunitarios de igualdad.
Escribió, entre otras muchas obras, una defensa de Galileo y el tratado utópico La ciudad del sol(compuesto durante su larga estancia en la cárcel por una conjura antiespañola, la misma causa que el economista Antonio Serra), donde describe un Estado teocrático universal basado en principios comunitarios de igualdad.
Pensamiento
Campanella se acerca algo más a
la magia y al animismo. Su teoría del conocimiento afirma que todo conocimiento
deriva de la sensibilidad y a ella se reduce. Entonces, el conocimiento
sensorial proporciona certeza absoluta y por lo tanto no requiere pruebas de
ninguna clase. El escepticismo no tiene
sentido porque hay una facultad innata en el alma que nos asegura principios
indudables, el primero de los cuales es que existimos, pensamos, queremos y
podemos. Este conocimiento de sí mismo está presupuesto en cualquier
conocimiento de las cosas exteriores. Nos conocemos, ante todo, a nosotros
mismos, y sólo conocemos las cosas exteriores en cuanto nos conocemos
modificados o impresionados por ellas; Campanella extiende esta conciencia a
todos los seres.
Fue un comunista utópico. Se manifestó contra la escolástica y combinaba
las ideas del sensualismo y el deísmo con concepciones místico-religiosas.
Soñaba con una humanidad libre y próspera, mas confiaba en que su sueño podría
tornarse en realidad con la ayuda del Papado. Fundamentó su ideal comunista en
el mandato de la razón y en las leyes de la naturaleza. Imaginó una sociedad
comunista tanto en lo referente al régimen de la propiedad como en la
pertenencia de mujeres e hijos. Muchas de sus propuestas filosóficas fueron
semejantes a las adoptadas después por René Descartes y por Immanuel Kant. Su doctrina filosófica admite la impotencia del conocimiento sensible
para conocer la realidad exterior, pero admite la importancia del conocimiento
interno para experimentarse tal y como uno es. La existencia de Dios se deduce de la
existencia de su idea en el hombre, que por su perfección no puede ser un
producto nuestro.
La ciudad
del sol
Una de sus obras más destacadas fue La ciudad del sol, que
fue escrita en 1602 pero no fue publicada hasta 1623. Es una utopía en la que el autor expone su concepción de ciudad ideal.
La organización política de esta singular República es de carácter teocrático.
Se mezclan los asuntos religiosos y públicos de manera inescindible. Los
Ciudadanos de esta República filosófica, conocedores de que la propiedad
privada engendra el egoísmo humano e incita a los hombres a enfrascarse en
crueles luchas, han convenido en que la propiedad sea comunitaria. Todos los
hombres habrán de trabajar pero los funcionarios serán los que harán la
distribución de la riqueza. Hasta los actos más íntimos son en común en esta
ciudad.
Trata de una sociedad comunista ideal en la que el poder está en manos
de hombres sabios y sacerdotes. Con esto podemos ver cuán influyente fue la Iglesia sobre
Tommaso Campanella. La ciudad del sol contribuyó a desarrollar
la ideología progresista y a estimular el progreso social.
En resumen:
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Filósofo y sociólogo italiano. Encabezó una
conspiración libertadora, que al fracasar, lo llevó a la cárcel por 27 años.
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Expone una utopía de tendencia socialista.
Pero su Estado es una monarquía absoluta de carácter teocrático con la
autoridad papal en la cima.
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Su ideal social tiene como base ideológica el
panteísmo, por eso, el hombre es ante todo miembro de la colectividad
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Sostuvo que el conocimiento sensorial
proporciona una certeza absoluta y no requiere prueba alguna.
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Obra: “Ciudad del sol”.
BARROCO
El Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de
concebir las artes visuales (el «estilo barroco») y que, partiendo desde
diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura, arquitectura,escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc. Se
manifestó principalmente en la Europa
occidental, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o
menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país. En una época
caracterizada por fuertes disputas religiosas entre países católicos y protestantes, así como
marcadas diferencias políticas entre los Estados absolutistas y los parlamentarios, donde una
incipiente burguesía empezaba a
poner los cimientos del capitalismo.
Fue en origen una palabra despectiva que designaba un tipo de arte
caprichoso, grandilocuente, excesivamente recargado. Otra teoría lo deriva
del sustantivo baroco, un silogismo de
origen aristotélico proveniente
de la filosofía escolástica medieval, que señala una
ambigüedad que, basada en un débil contenido lógico, hace confundir lo
verdadero con lo falso. Así, esta figura señala un tipo de razonamiento pedante
y artificioso, generalmente en tono sarcástico y no exento de polémica. En ese
sentido lo aplicó Francesco Miliziaen su Dizionario
delle belle arti del disegno (1797), donde expresa que «barroco es el
superlativo de bizarro, el exceso del ridículo».
Ya Nietzsche aseveró que
«el estilo barroco surge cada vez que muere un gran arte».
El siglo XVII fue por lo general una época de depresión económica, consecuencia de la prolongada expansión del siglo anterior causada
principalmente por el descubrimiento de América. Otro factor que generó miseria y pobreza fueron las guerras,
provocadas en su mayoría por el enfrentamiento entre católicos y protestantes,
como es el caso de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Todos estos factores provocaron una grave
depauperación de la población; en muchos países, el número de pobres y mendigos
llegó a alcanzar la cuarta parte de la población.
Por otro lado, el poder hegemónico en Europa basculó de la España imperial a
la Francia absolutista, que tras la Paz de Westfalia (1648) y
la Paz de los Pirineos (1659) se consolidó como el más poderoso estado del continente,
prácticamente indiscutido hasta la ascensión de Inglaterra en el siglo
XVIII. Así, la Francia de los Luises y la Roma papal fueron los principales núcleos de la cultura barroca, como centros
de poder político y religioso —respectivamente— y centros difusores del absolutismo y el contrarreformismo. El Barroco se forjó en Italia, principalmente
en la sede pontificia, Roma, donde el arte fue utilizado como medio propagandístico para la
difusión de la doctrina contrarreformista.
Culturalmente, el Barroco fue una
época de grandes adelantos científicos: William Harvey comprobó la
circulación de la sangre; Galileo Galilei perfeccionó el telescopio y afianzó la
teoría heliocéntrica establecida
el siglo anterior por Copérnico y Kepler; Isaac Newton formuló la teoría de la
gravitación universal; Torricelli inventó
el barómetro. Francis Bacon estableció con su Novum Organum el método experimental como base de la investigación científica, poniendo las bases
del empirismo. Por su parte, René Descartes llevó a
la filosofía hacia
el racionalismo, con su famoso «pienso, luego existo».
Descartes convirtió la duda en el punto de partida
de su sistema filosófico: «considerando que todos los pensamientos que nos
vienen estando despiertos pueden también ocurrírsenos durante el sueño, sin que
ninguno entonces sea verdadero, resolví fingir que todas las cosas que hasta
entonces habían entrado en mi espíritu, no eran más verdaderas que las
ilusiones de mis sueños» (Discurso del método, 1637).
Serán el
racionalismo y el empirismo las dos grandes corrientes filosóficas que llenan
el siglo XVII; prolongándose la segunda en el siglo XVIII.